Miedo a quedarse solas? ¿mentiras? ¿celos? ¿agresiones? ¿infidelidades? ¿amor? ¿pasión? ¿odio? Una mujer que tiene una relación amorosa que perjudica su bienestar emocional, e incluso hasta su salud e integridad física, sufre porque ama demasiado… Veamos ... al amor: cuando en vez de alegría causa sufrimiento. Todo eso expreso Maricarmen Silva de Arellano, psicoterapeuta, quien basada en el libro “Las Mujeres que aman demasiado” de la reconocida terapeuta familiar Robin Norwood, imparte actualmente el curso con el mismo nombre en la Ciudad de Culiacán, Sinaloa, México, para tratar con las mujeres que se interesan o padecen esta patología. Decía que con solo amarse uno mismo y dejar las dependencias emocionales o físicas, se puede evitar una vida intolerable, de sufrimiento, por no saberse medir al amar.
“Este tema es muy profundo y fuerte, de gran reconciliación interior”, mencionaba, “las mujeres se interesan por saber como medir su capacidad de amar, si estan amando como se debe, o estan amando de más”. En algunos casos, el tema de las mujeres que aman demasiado esta relacionado con el alcohol, por la co-dependencia que provoca, siendo una de las adicciones más dificiles de curar desde el punto de vista psicológico. La maestra Silva de Arellano, afirmó que no solo el alcoholismo es un factor determinante en la conducta de ciertas mujeres, tambien influyen los patrones que tienen desde la infancia, como la falta de afecto por parte de los padres, comparación entre hermanos, desvalorización, entre otros. Cuando las mujeres sienten curiosidad por conocer si su capacidad de amar es la adecuada, deben tener una especie de “termómetro”, expreso, donde la temperatura media indique un equilibrio que no permita sufrir. El amar demasiado puede llegar a ser una adicción, un problema común en las mujeres, pero no quiere decir que los hombres no lo sufran, sobre todo, cuando son codependientes de su pareja, y se olvidan de brindar amor y atención a sus hijos y a su casa. “Para dar vida a la familia se necesita una mejor vida” mencionó, entre otras cosas….. como: SUFRIR POR AMAR… El amor, tiene el poder de hacer que las mujeres se sientan plenas o desafortunadas en sus relaciones de parejas. En toda relación es difícil nivelar los grados de amor, porque siempre hay una parte que ama con mas intensidad que la otra… Siempre hay uno que ama mucho, pero el otro ama mejor. Expresó que el problema se complica cuando la parte que entrega todo de si, sufre al no recibir en la misma medida, permitiendo ser víctima de la violencia psíquica por parte de su pareja. Las mujeres que aman demasiado dejan de lado su dignidad, dejan de lado su orgullo, prefieren tener a un hombre que no las quiere a su lado, antes de tener un lugar vacío en la cama, porque creen que estarían peor solas. En estas relaciones, el amor genuino no existe, solo el miedo alimenta la necesidad de tener la compañía de alguien. Por lo general, las mujeres que aman demasiado se unen a los hombres opuestos a su ideal, porque el temor al rechazo no les permite enfrentar el verdadero amor. Los síntomas por amar demasiado pueden ser: Cuando las conversaciones solo son sobre las ideas y sentimientos de la pareja. Cuando se disculpa su mal humor, caracter, indiferencia o desaires. Cuando se soportan sus conductas, gritos desaforados, valores. Cuando la relación perjudica el bienestar emocional, salud, e integridad física. Cuando siente tristeza sin motivo, nerviosismo y baja autoestima. Amar demasiado es cuando la pareja es inadecuada, no mala… solo diferente. Pero es hasta pasados los años cuando se dan cuenta de que viven al lado de una pareja desamorada, inaccesible, y hasta enojona. La Sra. Silva de Arellano, en su conferencia dijo que a pesar de reconocer esas características no se puede dejar a la pareja, se le quiere y necesita cada vez más. Muchas personas se obsesionan con sus parejas que no pueden amarlas, viviendo una situación autodestructiva. Este tipo de amor unidireccional, más que amor, es tóxico. Las mujeres que aman demasiado, y presentan algunas de las conductas anteriormente expuestas, solo podrán recuperarse cuando descubran la capacidad de amarse a si mismas primero. Nunca es tarde para tomar el camino correcto. Dios no te llamó a esclavitud sino a vivir en dignidad.
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