domingo, 15 de mayo de 2011

TESTIMONIO DE UNA MUJER CON ALMA DE GUERRERA

Estudie Derecho y me titulé con excelencia. La ciencia del Derecho me apasiona, el Estado de Derecho; el ser prepositiva para mejorar nuestro entorno; lograr la igualdad de las personas; la defensa de los Derechos Humanos y la dignidad de las personas, son verdaderas pasiones para mí.

Tengo 10 años de ejercicio profesional, de servir a los demás. Llegó un momento que sentí que mi vida se había perdido en el trabajo, en la creencia de que el progreso está ante los ojos externos, dejando que la felicidad sea la que los otros juzguen, lo que las oportunidades y otras personas me regalaran.

A finales de 2009, perdí la vista de mi ojo izquierdo, obtuve de un oftalmólogo el posible diagnostico que un virus me había atacado de manera irreversible y que probablemente era cuestión de tiempo para quedar totalmente ciega.

Afortunadamente, mi cuñado el Dr. Arturo Cendejas Hernández (Director de CAPASITS en el Hospital General de Celaya, Guanajuato) Especialista en Medicina Integrada, me recomendó asistir con un neurólogo, comentándome que mi problema posiblemente era más atrás de mi ojo y que tenía solución.

El instinto de seguir luchando me hizo escuchar a mi cuñado, pues siempre hay algo que hacer, no debemos quedarnos estancados ante alguna circunstancia. Uno de mis médicos el Dr. Enrique Wolpert Barraza gastroenterólogo (Clínica Lomas Altas 01 55 5081-8100) me recomendó al Dr. Jaime Laventman Neurólogo (http://www.neurocienciasmexico.org/pagina/jaime-laventman), quién después de practicarme una resonancia magnética me diagnosticó un tumor cerebral llamado meningioma en la glándula hipófisis, que atrapó mi nervio óptico izquierdo y mi arteria carótida.

Ambos médicos Wolpert y Laventman, me remitieron con un ángel de Dios, un gran ser humano el Dr. Enrique Kleriga Neurocirujano (http://www.neurocienciasmexico.org/pagina/enrique-kleriga) a quien le debo la vida, un médico con todo el profesionalismo, responsabilidad, talento y amor del mundo.

Proporciono los datos de los cuatro, pues son ampliamente recomendables, y así como me apoyaron, curaron, salvaron mi vida, podría la información servir para algún lector.

Empezó la lucha, encontré a mi amiga Mirian Damasio quien me acompaña desde entonces, con su amor maternal, gracias a Dios muchas personas más llegaron con su apoyo como seres humanos, y en verdad lo agradezco. En un mal largo, algunos otros humanos te van soltando, apoyan y se van, y se agradece. Quien te ama se asegura de que salgas a frote, no se rinde, se queda hasta ver tu triunfo, como mi familia y Mirian, por ejemplo.

Yo vivía sola en el Distrito Federal, lloré mucho, el ánimo y cariño de tus amigos, no es suficiente, cuando llegas a casa y apagas la luz, y el problema sigue ahí, sólo podía pedir a Dios ayuda y dejar en sus manos la decisión.

Después de días de angustia y lucha, seguía la cirugía. Conseguí mis donadores de sangre, Lilian, Liliana, Jesús, Sra. Carmen, Ángeles y Miguel, aun me sorprende que haya personas con tanto amor como para dar su sangre. Otras estuvieron ahí como la Dra. Dubon y Orozco, en fin la lista es muy larga y les agradezco.

Desafortunadamente, también hay personas que se posaron sobre mí como una corona negra, llegaron a evitar el apoyo, se padecen las mentiras y los oportunistas que sólo quieren jalarse el cuello con el dolor ajeno.

El amor de mi padre también me salvo, desde mi internamiento en el hospital hasta que me dieron de alta, no se despego de mí más que para ir a comer. Me cuido cada segundo, arriesgo su patrimonio. Cada amigo, cada uno de mis hermanos y mi madre, la seguridad y el profesionalismo del Dr. Kleriga me enseñaron el camino a la vida.

Fue en esa experiencia que aprendí que la vulnerabilidad de las personas está en quien es capaz de herir o lesionar a otros física o moralmente, es responsabilidad de cada quien rechazar ese daño.

Tomé la decisión de salir adelante, de vivir, de luchar hasta que Dios decida que es el fin, tomé el problema y defendí mi vida con todas mis fuerzas, a cada segundo, porque soy yo la única responsable de ella.

Fui egoísta, decidí sólo pensar en mí, sin dañar a otros, reservar cada respiro para mí y nadie más, no tenia para dar, era momento de conservar el combustible sólo para mi lámpara.

Me di cuenta que nos relacionamos con personas iguales a nosotros, que podemos elegir con quien estar, y ahí estaba el profesionalismo del Dr. Kleriga, sin ninguna distinción o discriminación, sentí recibir su cariño.

Podemos elegir con quien estar, donde estar, podemos elegir cada paso, nadie nos obliga a nada, todo es nuestra decisión, la verdad está dentro de nosotros. La mejor salida es entender que todo es nuestra decisión.

Yo decidí dejar mi vida en manos de los mejores médicos, y recupere mi vista totalmente. Antes de ello, por complicaciones en la cirugía quede con diplopía por lo que bebí usar un parche un día en un ojo y al día siguiente turnarlo al otro ojo, así estuve unos meses. Cada día era una lucha, mi objetivo se volvió en cada día sobrevivir, y después sobrevivir el que seguía.

Con un parche y casi sin pelo, regrese a mi trabajo. Desafortunadamente, me enfrente a los miedos de otros, traumas, frustración, a su pobreza, hostigamiento y discriminación. Para algunos subjetividades, para mí golpes que distraían mi atención de mi prioridad, recuperar mi salud.

Desafortunadamente hay empleos donde no hay trabajo en equipo, son un sistema arcaico, donde la escala de jerarquía comete el error de creerse el dueño de los otros. Aprendí a diferenciar las oportunidades del abuso. Para mí el respeto de las ideas y talentos de cada integrante de un equipo sobre el objetivo en común, es vital para el éxito de cada proyecto.

Renuncie al trabajo que tenía, entendí que la salida de esos sistemas también es una solución, siempre hay otra opción, hay otros trabajos y un mundo por conocer.

No hay que dejar que las circunstancias trasciendan en nosotros, primero hay que escucharnos a nosotros. No me encerré en el problema, me abrí a las soluciones, a las posibilidades, a las opciones. Perdí el miedo a las fronteras, entendí que los límites nos los han dado las experiencias, pero podemos vivir otras experiencias.

El volar nos lo damos nosotros mismos, yo soy quien construye mi futuro, antes de escuchar a otros, me escucho a mí.

Respeto mis sueños. Si alguien no respeta sus sueños y sigue los de otro, no puede culpar a ese otro por su infelicidad, pues él mismo no se respeta, nunca va a llegar a su sueño, porque está en camino a otro sueño, el de alguien más.

Para mí, ser victima es soportar el dolor que otros o alguna circunstancia nos trae y no hacer nada para detenerlo y superarlo. Hay que perder el miedo a volar, sin mayor limite que nuestra propia dignidad.

Los seres humanos somos un contenedor de derechos, la apariencia física, como nos ven los otros, no cambia al contenedor y mucho menos, a lo más importante, el contenido. Todos y cada uno de nosotros contenemos respeto, dignidad, amor y, por supuesto, igualdad. Todos somos seres humanos enteros, no importa nuestra apariencia, valiosos, sin que nuestro valor dependa de nadie más, íntegros.

El poder es de cada quien, el poder de decidir, de elegir. No le des el poder sobre ti a nadie, muy distinto es compartir, abrazar, coincidir, a ceder el poder sobre tu alma y tu vida.

Perdonar es importante, perdonar al otro y perdonarse a uno mismo, soltar el resentimiento, soltar los errores, soltar lo negativo y seguir adelante, nadie es perfecto, todos erramos, perdonar es importante para enderezar el camino. Para mí la vida es un camino, que te lleva a cualquier parte, tú decides adonde quieres llegar.

Existen personas buenas, pero también hay que aceptar cuando a nuestro alrededor hay personas con toda la intención de dañarnos. El daño, mientras no sea tangible y físico, es algo que cada quien permite, no hay que maquillarlo, mientras no lo enfrentemos o aceptemos nos quedaremos rodeados de personas mal intencionadas, también podemos decidir de quien rodearnos.

Perdonar es importante para poder dejar atrás el pasado, a pesar de los errores y circunstancias, aceptar nuestra responsabilidad de vivir nos permite superar el pasado.

Es importante dar amor a quien nos lo ha dado, y dar amor al mundo para generar un mundo amoroso. También entender a quien es impotente para amar y respetar a quien no quiera o pueda sentir nuestro amor, ya habrá quien si, hay que escapar de la triste comodidad y salir a buscar la felicidad.

Todos tenemos derecho a estar seguros de nuestras certezas, se firme cuando las tengas, no regales tu seguridad a nadie, si la tienes defiéndela. Quien se dé a la pobre tarea de juzgarte desde el exterior, seguramente su sentencia del juicio será el pobre resultado de sus mínimas experiencias reflejándose en ti.

El maltrato viene de afuera, tú sabrás si lo recibes o lo desechas. Defenderse es valido, entonces sacar el coraje para sobrevivir se vale.

También hay que reconocer cuando solo estamos abrazando o aferrados a migajas, yo reflexioné quién soy, quién era antes de mi padecimiento, antes de sumergirme en los juicios ajenos, el recordar mi fuerza de estudiante, mis sueños, mis anhelos de joven, la sonrisa de niña y el amor de mujer, me apoyo para recuperar mi persona, tal como quiero y soy.

La felicidad existe, está ahí, solo hay que ir por ella. No te quedes esperando a que las cosas se den, actúa, realiza las acciones que te lleven a donde quieres, se objetivo, práctico y sobre todo realista. Yo aprendí a ver la realidad y deshacerme de las ilusiones y fantasías, entendí que son distintas a los sueños.

Reconocer los errores, pero sobre todo los aciertos, regalarnos una sonrisa, dar un abrazo, decir te amo, vivir y regalar. En mi padecimiento fue crucial seguir con precisión las instrucciones del médico. Hoy veo con ambos ojos y aun que debo seguir en revisión durante los próximos cuatro años, agradezco a Dios y a todas las personas que me han apoyado en este camino, esta nueva oportunidad de estar viva.

Berenice Salazar

Los amo amigos, gracias Alejandra por permitirme compartir mi experiencia, deseo les sea de utilidad.

1 comentario:

  1. MIL GRACIAS BERE, POR REGALARNOS LA OPORTUNIDAD DE CONOCR EL GRAN SER HUMANO QUE ERES,QUE APESAR DE LAS SITUACIONES DIFICILES. LO QUE REALMENTE REFLEJAS ES LA FUERZA Y LA CLARIDAD CON QUE ESTAS DECRETANDO TU FUTURO,MIL BENDICIONES PARA TODO LO QUE VIVAS. TE AMO!!

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